Actos como el que estos días están protagonizando los partidos en la oposición en Salou, el concejal perteneciente a CDC y dirigentes nacionales de este partido, causan desencanto a muchos ciudadanos y ciudadanas de la confianza que merece la clase política y de lo útil de su participación, todo a dos meses escasos de Elecciones al Parlamento europeo.
Para otros, muy al contrario, es en estos momentos en los que adquirimos consciencia de lo importante que es nuestra participación en la vida política, ciudadana y en la de nuestros gobiernos. Va a ser la ciudadanía la que como máximo en dos años va a volver a votar, relegando, espero, a quienes mercadean con los votos en lugar de preocuparse de mejorar sus condiciones y de buscar soluciones a sus muchos problemas. A las puertas de una temporada turística, la más difícil en muchos años, con muchos trabajadores del sector que no saben aún si tendrán ese trabajo con el que llevan medio año confiando. Y resulta que la persona clave de esta situación es el responsable municipal de Turismo y Promoción económica ¿De que se ha estado preocupando realmente?
Y más lamentable aún, los dirigentes de su partido que dejan enseñando las vergüenzas o más claramente “con el culo al aire”, a las personas, militantes de base y dirigentes locales, que sín más compensación que la satisfacción que su propia aportación a un Salou mejor. Decenas de militantes, centenares de simpatizantes y miles de votantes, llevando sus ideas de casa en casa, comercio a comercio y vecino a vecino.
Pero… y a eso viene mi reflexión, son estos actos los que han de llevarnos a entender la importancia de que nuestra voz sea oída y escuchada, a participar de la vida política y ciudadana y dar a conocer nuestra opinión, haciéndolo saber a estos especuladores de ideas y sentimientos ajenos, y… preocuparnos de a quien damos nuestra confianza y representatividad en la próxima ocasión.
